lunes, 10 de octubre de 2011

Velocidad, velocidad...


Una regata es un compendio de muchas, muchísimas cosas, pero hay un elemento que es fundamental: La velocidad. Si vas mucho más rápido que los demás podrás hacerlo mucho peor que ellos y aun así tendrás muchas probabilidades de ganar.
La velocidad es precisamente la parte principal que buscamos mejorar en los entrenos, y es la razón también de que renovemos el material: velas, palos e incluso barco. "Un barco rápido nos hace buenos".


Pero hoy no voy a hablar de este aspecto de la velocidad, voy a hablar de una maniobra donde nos olvidamos de la velocidad... la toma de las boyas.
Hace apenas unos días fuimos, un grupo de laseristas master, a pedalear. Hicimos una ruta bastante larga en la que nos encontramos con muchos repechos pequeños donde las bajadas se enlazaban con las subidas de manera repetida. Con estos perfiles es muy importante acelerar en el tramo final de la bajada para acometer la subida con más velocidad e ir progresivamente cambiando los piñones mientras deceleramos hasta el ritmo normal de subida. Si no lo hacemos así, llegamos al final de la bajada con poca velocidad y sin pedalada consistente para acometer los primeros metros de subida, con la consecuencia de que en seguida perderemos la inercia que disponíamos en la bajada.
Navegando pasa algo similar, cuando llegamos a las boyas nos concentramos más en los elementos circundantes, en los controles del barco, en no tocar la boya, en situarnos en el lado apropiado, etc. en lugar de preocuparnos por el elemento más importante y vital que es la velocidad.
Que hemos de hacer?
Siempre en las tomas de la boyas, excepto raras excepciones, nos hemos de preocupar en no parar el barco en el caso de venir de un rumbo rápido a otro lento (largo o popa a ceñida), y en acelerarlo lo antes posible en el caso de tomar la boya desde un rumbo lento ceñida a un rumbo rápido largo o popa.
Esto significa dejar de lado controles, orza, etc e intentar coger esa ola que está justo delante nuestra, en redondear las boyas con suavidad sin meter el timón bruscamente, en cazar o soltar las velas de manera armoniosa con la caña, en estar atento a compensar la escora,.... Todo parece fácil pero son maniobras que requieren muchas horas.
Esta maniobra os puede acercar mucho al que va justo delante o permitir coger una pequeña distancia respecto al perseguidor.


Si hay una palabra que debe estar siempre en nuestra cabeza desde la salida a la llegada es velocidad, velocidad, velocidad... y curiosamente comparte comparte las tres primeras letras con la palabra vela. Así pues para ganar practiquemos "VELACIDAD"

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