domingo, 26 de octubre de 2014

Cunningham




La nomenclatura de la vela es realmente curiosa, pero entre todas esas palabreras que utilizamos cuando navegamos solo hay una, que lleva el nombre de una persona, es el Cunningham.
Briggs Swift Cunningham II, era sobre todo millonario. Provenía de una familia muy, muy rica. y cosas de la vida, su padre fue el financiero de una pareja,  que por aquella época desarrollaba un jabón que flotaba, William Cooper Procter y James Norris Gamble.

Aunque nació en en el interior en una ciudad llamada Cincinatti, ciudad cuyo nombre viene de un patricio romano llamado Cincinato, pasaba los veranos en la costa donde aprendió a navegar a los 6 años. Siendo adolescente su familia se traslada a vivir a Southport, en la bahía que forma Long island, cerca de NY. A los 17 años ya navegaba en Star. Estudio 2 años en la universidad de Yale, pero a los 22 años dejó los estudios para casarse con la hija de un millonario del petróleo, dedicándose al deporte como modo de vida.
En 1958, defendió con 51 años el título de copa América con el Columbia. Ganando. Fue ahí donde desarrolló ese ollao de la vela, que permitía mediante un cabito, cambiar la forma de la vela, desplazando la profundidad máxima de la curva de la vela hacia proa y abrir ligeramente la baluma. Supongo que no fue solo mérito de él, sino de todo un equipo de veleros, pero a la postre su nombre pasó a describir este cabito. Es un control básico para mejorar las prestaciones de la vela según se incrementa la fuerza del viento. Su nombre pasó pues a la posteridad como nadie en la vela lo ha conseguido.
La America's cup del 58, fue la primera donde el barco ingles no estaba obligado a llegar navegando desde Inglaterra. La competición se resolvió en cuatro regatas que ganó el Columbia de paliza. Sin embargo las competiciones previas entre los defender fueron las más apasionantes vividas hasta entonces en esta competición. 
Pero la vela no fue la única pasión ni dedicación de Briggs, los coches fueron también su pasión, que empezó de muy joven con su tio.
Tras la segunda guerra mundial es el primer americano que participa en Le Mans en 1951 con un coche fabricado por él, con carrocería de aluminio y motor de 8 cilindros en V de Chrysler. En 1952 queda 4º. Y su última carrera fue en 1955.
Fueron las carreras de coches lo que le dió la fama en su época.
En 1964 abre un museo con coches de su propiedad en california, donde vivió a partir de 1962. Este museo actualmente se encuentra en florida.
Cunninghan muere a los 96 años, en 2007.
Puede que la próxima vez que tensemos el Cunningham, venga a nuestra mente esta pequeña historia.

NOTA: He buscado alguna entrevista en video o por escrito de este personaje, pero solo he encontrado vídeos o imágenes en las que aparece. Habría que acudir a hemerotecas de periódicos de la época, pero no he tenido tiempo. No sé que carácter tendría, posiblemente un personaje apuesto y elegante, meticuloso y apasionado, y que se sabía rodear.

LINKS
America's cup 1958 1
Porqué ganamos la copa America 1958
Porque perdimos la copa Amárica 1958
Articulo previo a la copa amaerica
Sceptre
Imagenes de cunningham 
Wikipedia
Obituorio
Cultura nautica
Dr. Gizmo, boletin Flying ductchamn

jueves, 23 de octubre de 2014

¿Que es el éxito?


Abundan en las librerías libros hablando sobre el éxito, a modo de recetas o de simplistas metáforas. En la red también existen infinitos videos y todo tipo de presentaciones hablando de ello. Entre todos ellos, quizás me quedo con cualquiera de los anuncios de las marcas deportivas donde muestran el éxito simplemente como la experiencia de vivir, y de desgastar zapatillas.

En mi vida deportiva he visto, estado y presenciado muchas entregas de trofeos, desde trofeos de club hasta medallas olímpicas; en la mayoría eran mis compañeros los que subían al podium, pero incluso en algunas ocasiones he podido hacerlo yo.

Mi vitrina de trofeos es inexistente. Nunca los he coleccionado, y la mayoría los he tirado o regalado, pero envidio a quien monta una vitrina que sirva de fuente de recuerdos y anécdotas, la colección más impresionante que he visto de trofeos además de la de Cholo Armada, fue la de Feliz Gancedo, en ambos casos creo que los trofeos superanban a los recuerdos.

No es mi caso, sin duda tengo una vitrina de recuerdos muchísimo más amplia que de trofeos. La vela  me ha dejado una vitrina de memorias intensas: Unas cuantas cerveza en el club del arenal con Josele Doreste la noche anterior a que se le escapara un Cto del mundo, las palabras de tristeza y rabia de Teresa Zabell cuando me contaba en el trastero de la Blume que no volvería a navegar nunca más, tras quedarse fuera en la selección para la olimpiada de Seul, Mi ultima regata con Martin Wizner en un Sofía, poco tiempo antes de su infortunio. La llegada a la grúa del puerto olímpico en el Soling con Fernando León y el entonces SAR Felipe tras la ultima regata de Macth Race en la Olimpiada del 92 envueltos de aplausos y fracaso, y no pararía... 

El infortunio limpia los recuerdos y los hace sentir nítidos como "el ahora", para que sirvan de base, de cimientos a los buenos recuerdos, a las alegrías y a las anécdotas divertidas. Una lágrima sella muchas risas.

Somos fábricas de recuerdos, sin ellos no somos nada.
El éxito es sin duda acumular experiencias, no una estantería plena de copas y medallas. 
Experimentenos!!! y si además conseguimos amigos, doble felicitación!! y si en el camino subimos al podium triple felicitación!!!

Pero el éxito... es simplemente andar... y hay tantos caminos!!!!