miércoles, 24 de septiembre de 2014

Mi salida en 571 palabras


La salida es sin duda una de las partes más bonitas de una regata, es el momento donde la cabeza ha de procesar más información para planificar la estrategia que quieres seguir. Donde el corazón se pone a cien, donde sientes el aliento del contrario en la nuca, donde los segundo pueden ser minutos o los minutos segundos.
En la presalida, todavía no has empezado la regata, pero ya la estás escribiendo.
La salida tiene aspectos técnicos, tácticos y de reglamento que nos llevarían a hacer solo un blog que se titulara "Salir". Pero yo voy a ser muy ambicioso, quiero sintetizar de la mejor manera que conozco como salir, explicando lo que yo suelo hacer de la manera más simple.

  1. Preparación de la estrategia. Mucho antes de la salida, es el momento de planificar la estrategia, lo primero observar y probar. Ver si hay corriente (lo puedes hacer tirando una botella de agua en la boya), ver como se navega en cada uno de los bordos en ceñida, ya que suele haber un bordo más cómodo que otro, cuando después bajes en popa, fíjate también cual es la amura más rápida y cómoda. Ponte en mitad de la línea y apróate al viento, observar si la boya está a la derecha o a la izquierda del viento. El lado en el que está la boya es el lado por el que hay más campo para jugar. Tiende a ir hacia ese lado. Observa a tus contrincantes. Si hay muchos plásticos o algas no dejes de mirar la orza y el timón antes de salir. Mira hacia arriba, a las nubes les gusta el viento. Mira el color del agua en ambos lados, Observa, observa, observa. Quizás saques conclusiones equivocadas, pero antes de la salida es el momento para recabar información. Se valiente e interpreta lo que has observado según tu criterio y experiencia.
  2. Mide aproximadamente que tiempo te lleva ir de un lado al otro de la línea, Eso implicará el tiempo de que dispones durante los últimos minutos de moverte en la línea, poder rectificar de lado, etc. Te aportará seguridad en su recorrido.
  3. Comprueba cual es el extremo de la línea de salida más favorecido. Yo no dispongo de compás. Por lo que para comprobar la línea me voy a uno de los extremos, lo pasó y me pongo en la continuación de la línea. Miró hacia detrás mientras navego al través alejándome de la línea, e intento enfilarla de manera que vea barco y boya, o boya y barco superpuestas. Aprovecho para tomar un tercer punto en tierra (si puedo) para disponer de una enfilación cuando esté sobre la línea. Según voy navegando manteniendo la enfilación voy soltando la vela hasta que esta flamee ligeramente por el gratil. Muerdo la escota y viro sin tocar la escota. Vuelvo a retomar la enfilación de la línea está vez acercándome a ella. Sin tocar la escota de la mordaza, observo si la vela flamea más o menos que antes. Si flamea más, quiere decir que el lado más alejado de la línea según me acerco a ella es el que está más favorecido. Está comprobación la deberíamos hacer por ambos lados de la salida y estar atentos a que el barco de comité no cambie su fondeo, o muevan la boya.
  4. Ya sabemos por donde está más favorecida la salida, ahora toca coger enfilación. Como había comentado anteriormente se puede hacer paralelamente con el paso anterior. Esta enfilación la cogeremos en tierra por cualquiera de los lados, enfilando los dos extremos de la linea con un punto en tierra, si es que es posible (lo cual suele suceder en el 90% de las regatas). Esta enfilación es muy importante ya que cuando estemos en medio de la línea de salida nos dará plena seguridad de que estamos bien posicionados sin salirnos fuera de la línea.
  5. Control del tiempo. Intenta coger el tiempo bien. Yo suelo adelantar uno o dos segundo el cronómetro de cuenta atrás antes de coger la señal visual o bocinazo. Los ultimos 15 segundos los puedes contar mentalmente, levanta la vista a barlovento para ver si estás muy fuera o muy dentro respecto a la flota de barlo, y en los últimos 5 segundos ya debes estar navegando a tope. Salir parado es lo peor. Te pisarán sin piedad.
Estos son los pasos que suelo hacer siempre, tanto en regata como en entreno. Confía siempre en tí, hasta los buenos se equivocan en las salidas, y no tengas miedo de hacer de vez en cuando un fuera de línea. En casi todas las regatas puedes descartar una regata. Es mejor hacer un fuera de linea y el resto de las salidas buenas, que hacer todas las salidas mediocres o malas. El descarte es un premio al riesgo, aprovéchalo siempre.
Ólvidate del pensamiento: "como me van a pasar luego, mejor salgo detrás".

Otros consejos:
  1. En la salida no estamos solos, si nuestros contrincantes se salen todos fuera de linea, vete con ellos intentando que no cojan tu número de vela desde ninguno de los lados. Pueden ser que den por válida la salida cogiendo OCS, y tu has de estar delante sin que te cojan. Si dan llamada general, métete en seguida hacia adentro para que no te vean.
  2. Muchas veces nos guiamos por el tiempo, más que por la posición de nuestros contrincantes. Es importante saber mantener buenas posiciones en la presalida, y amoldarse a lo que hagan los demás. Uno de los mejores entrenos de salidas es salir sin reloj. Hazlo de vez en cuando.
  3. Confía en tu enfilación, confía en tu estrategia, confía en el lado favorecido que has previamente comprobado. Confía en ti. Empezarás, con el tiempo, a ver que la salida depende de tí. No tengas miedo.
  4. No voy a entrar en reglamento pero échale una ojeada, y ten seguridad sobre lo que puedes y no puedes hacer. Las reglas que se aplican son sencillas.
  5. Cada regatista tiene su estilo de salir, algunos les gusta mantener su posición y salir, a otros mantener el barco rápido y colarse en un hueco. Has de buscar tu estilo y es bueno probarlos todos, cada salida siempre es diferente.
  6. Los primeros minutos tras la salida, son muy importantes, coger viento libre y buena velocidad. Pero este es otro capítulo.
  7. A veces la estrategía a seguir en la regata puede implicar salir por el lado malo, pero serás consciente de ello.
  8. Si suben la bandera de OCS, y no estás seguro de que eres tu, y además no tienes ningún descarte: NO VUELVAS.
  9. Domina el barco parado. En los entrenos prueba a mantener durante unos minutos el barco pegado a una boya.
Repite siempre, sin excepción, los cinco puntos del principio (571 palabras) y verás que poco a poco te empezarás a sentir seguro, y empezarás a disfrutar del momento más emocionante de la regata, y verás que los cinco minutos de presalida son apasionantes y se te quedarán siempre cortos.
Y no olvides nunca que las regatas son un juego. Juega y disfruta cada regata.

¡A entrenar!

lunes, 22 de septiembre de 2014

Un buen entrenador


Mi hijo por avatares de la vida se ha enganchado a la equitación. Un mundo totalmente desconocido para mi, Mi experiencia de los caballos no se extienda más allá de las películas de vaqueros, y a tres o cuatro veces que he montado a caballo. Fueron experiencias bonitas pero nunca me ha apasionado.

El caso es que mi hijo lleva ya bastantes años montando, y desde hace 4 años hace saltos a un nivel muy normalito. Hasta ahora la pretensión era que fuera un extraescolar más, un poco más caro eso sí, pero soportable.

Su actividad se ha convertido en pasión y ha llegado a un nivel donde permanecer igual, es desgastar la ilusión, perder el tiempo y cortar su posible recorrido de cara al futuro.


Yo, compartía desde hace muchos años, los mediodías de los lunes, corriendo alrededor de las instalaciones del Polo de Barcelona con buenos amigos, Entre todos los personajes que pasaron por aquellos lunes estuvo, durante un tiempo, Curro Goyoaga, un gran jinete, por cuyas venas corre sangre de caballo. Padres, mujeres e hijos todo alrededor suya huele a cuadra.
El caso es que al inicio del verano, tuve el atrevimiento de pedirle que viera montar a mi hijo y que me asesorara sobre su futuro, o al menos que me mostrara los caminos y las posibilidades. ¿Quien mejor que él, pensé?
Mientras le llamaba por teléfono aun flotaba en mi cabeza la frase que me había dicho mucho tiempo atrás, antes de que mi hijo montara: "Si no eres millonario no metas a tus hijos en el mundo de los caballos, se apasionarán y luego..."

Que razón tenía. En fin, el caso es que con toda la amabilidad del mundo, dispuso un caballo para mi hijo y le dio unas cuantas jornadas de clase. Sólo estuve presente en dos de ellas y al estar escuchándole sentí que quería estar, yo también, encima de un caballo para aprender. Como espectador sentía lo que decía, experimentaba las sensaciones que comentaba... Curro trasmitía pasión, conocimiento y duro cariño a mi hijo.

En el mundo de la vela conozco muchos y muy buenos entrenadores, Españoles y extranjeros. Muchos de ellos tienen unos conocimientos increíbles. Pero hay muy pocos que sean increíbles. Es más fácil encontrar un buen deportista que un buen entrenador.
Ser un buen entrenador implica muchísimas cosas. Un buen entrenador aprende a la vez que enseña. Un buen entrenador ha de transmitir conocimientos envueltos en pasión, Un buen entrenador domina el lenguaje de la metáfora para expresar los conocimientos de manera sencilla y difícil de olvidar. Un buen entrenador conoce el corazón del que está enseñando. Un buen entrenador es imaginativo.  Un buen entrenador es empático. Un buen entrenador debe saber aliñar dureza con cariño para que la lección sepa bien. Un buen entrenador puede ser buen entrenador de muchas maneras. Un buen entrenador sabe que su éxito está en la persona, no en el trofeo que consiga. Un buen entrenador es esto y mucho más.

Me explicaba Curro, cuando hablaba de mi hijo:
" Mira, para que un jinete llegue a lo más alto se necesitan varias cosas; Talento, Pasión y dinero,"
Es la vida pensé.

Añadió, con otras palabras, que además de saber estar encima del caballo, cuando uno baja... también hay que saber estar, y eso si que es difícil.

Gracias Curro, porque con tus palabras me enseñas también a cabalgar un poco mejor por esta vida.
Y gracias porque mi hijo no olvidará tus primeras clases, eres su héroe.

Un video de Curro que encontré en YouTUBE