domingo, 2 de junio de 2013

La percepción del tiempo


El tiempo es una de esas variables mágicas que nos hace sentir que un segundo puede ser inmortal. El tiempo siempre está con nosotros, hagamos lo que hagamos, solo que a veces somos muy conscientes de él y otras veces no.
En la salida de la regata tenemos consciencia de cada segundo. Durante los planéos no parecen ni tan siquiera existir, sintiéndonos en una especie de nirvana eterno.
Está claro que las situaciones y las emociones nos hacen sentir el tiempo de manera diferente. No es lo mismo contar segundos cuando tienes mucha prisa, que cuando estás completamente relajado o en una actividad fluyente. Una regata en la que vas de mal en peor, se hace eterna y otra en la que todo sale bien, vas hacia adelante y ganas, parece una exhalación.
Dicen que cuando somos felices, cuando hacemos algo que nos gusta, cuando trabajamos en algo que nos apasiona, cuando disfrutamos, el tiempo parece evaporarse, simplemente pasa y seis horas parecen que hayan sido unos cuantos segundos. Podéis sentirlo en las regatas, cuando váis bien, cuando disfrutáis de la velocidad, cuando véis que todo sale como lo planificamos, el tiempo se acorta. Sin embargo cuando estamos cansados, cuando las cosas salen mal, cuando el error y el cansancio forman melodía disonante, el tiempo parece no tener fin.
A veces ser conscientes del tiempo, aprender a utilizarlo, nos puede permitir controlar nuestras emociones.

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