miércoles, 27 de febrero de 2019

Que será será


Green book: Un día antes de conseguir el Oscar a la mejor película fui a verla. Previsible, larga y un poco lenta en algún tramo, pero afable con el espectador que recibe lo que quiere ver. El argumento, mil veces llevado al cine, juega con dos personajes: Un músico y su chofer, de entornos diferentes que se ven obligados, por una gira, a convivir durante unos meses. 
El músico: negro, adinerado, sofisticado, gay, sensible, romántico de la justicia y solitario versus el chófer: blanco de procedencia italiana, familia clásica, basto y rudo en las formas,  proletario, y con principios clásicos mantenidos con actuaciones pragmáticas en el borde de la legalidad. Ambos juegan dentro de una ética "limpia" con herramientas diferentes. Dos personajes tan distintos juntos dan para muchos gags cómicos, sociales y sensibleros. Pero al final es la música la que mantiene la tensión en la película con una mezcla trepidante entre composiciones clásicas, melodías de la época y ritmos actuales. 
No lejos del final, en esta película previsible, suena un trozo de la canción "Que será, será" que Doris day cantó en el filme "El hombre que sabía demasiado" dirigida por Alfred Hitchkock. Esta canción fue ganadora del Oscar en 1956. (La historia de Green book acontece en 1962). "Que será será" habla de las dudas en la vida sobre lo que acontecerá, del destino. Sus compositores fueron dos reyes de la música en el cine; Livingston y Evans, obtuvieron dos Oscar más, con otras dos canciones, una de ellas Monalisa que cantó Nat king Cole, pero compusieron otras muchas famosas como la melodía de Bonanza.
Sí, está canción parece que me persiga, la escuché hace unos meses y me entró la curiosidad de saber de dónde vino esa frase: "que será será", que los compositores usan en lugar de repetir "Whatever will be, will be" (lo que tenga que pasar, pasará).
Parece ser que la frase la vió Evans sobre las piedras de una mansión en una secuencia de la película "La condesa descalza" dos años antes. La anotó porque le gustó. La frase era italiana "Che serà, serà" pero cuando escribió la letra de la canción prefirió escribirla en castellano y al traducirla mal se quedó en "Que será, será".


Y me preguntaréis: ¿Que tiene que ver esto con una regata?

Bueno en cuanto a la película, así como dentro del coche van el músico y su chofer, en el Laser vamos solos, pero dentro de cada uno tenemos dos yos: El expontáneo y el calculador, el atrevido y el prudente, el pasional y el cerebral, el impulsivo y el tranquilo, el pesimista y el optimista, el luchador y el temeroso... esos dos yos, nuestro yin y nuestro yang, nos meten en muchos fregados y encontrar el equilibrio entre ellos es una de las retos más importantes del regatista.

¿Y que pasa con la canción?... nos la guardamos para el final y para el principio de la regata. En la vela nada es previsible, y que mejor canción que ésta para no vivir el presente culpando al pasado y no vivir el presente condicionándolo al futuro.


 "Qué será, será.
  Lo que tenga que ser será (Whatever will be, will be).
  El futuro no es nuestro para que podamos ver (The future’s not ours to see).
  Qué será, será (What will be, will be)
  Lo que tenga que ser será".

viernes, 15 de febrero de 2019

Leitmotiv


Estoy leyendo "Cambio de rumbo, crónica de una vida" libro autobiográfico de Klaus, hijo de Thomas Mann (nobel de Literatura en 1929). Se lo robé a la biblioteca de mi padre, por dos razones, una por que Klaus se suicidó tras vivir los primeros 46 años del siglo pasado, y otra porque había leído algún libro de su padre Thomas.
Ya haré un resumen del libro cuando acabe de leerlo, pero me ha llamado mucho la atención en el primer tercio del libro, una palabra que no para de repetirse: Leitmotiv. Ya sé os suena del programa de Buenafuente que con un juego de palabras convierte esta palabra en Late Motiv.
La procedencia alemana de la palabra, explica el porque me la he encontrado en el libro tan profusamente, y lo bueno de todo es como surge está palabra que hoy en día está tan de moda.
LEIT viene del alemán leiten que significa guiar, liderar, y MOTIV de movimiento, tema, o melodía. La palabra la hacen famosa en el siglo XIX los analistas de las óperas de Wagner. El recurso de la repetición de una melodias o ritmo dentro de una sinfonía o una ópera, ya se había utilizado en la música, pero Wagner lo hace de una manera implacable y con una función que hasta entonces no se había utilizado que es asignar esta melodía a un personaje, o a un sentimiento.
Puede que el leitmotiv sea, la herramienta, el motor y el corazón del romanticismo.
Un término que complementa el significado de Leitmotiv que es adoptado poco antes por Berlioz en su sinfonía fantástica es idee fixe (idea fija).

Sí, Leitmotiv es una palabra trampa, porque nos sugiere "motivación que nos inspira o nos guía", pero no, no es eso. Es simplemente un elemento (o motivo) que se repite, y es esta repetición precisamente la que nos inspira o nos recuerda algo.

¿Y que tiene que ver el Leitmotiv con la vela, o con el deporte?
La finalidad, de ese motivo que se repite, ya sea una palabra en una poesía, una frase en un anuncio, una melodía en una opera o un ritmo determinado, un gesto, etc. es conducirnos a algo (objeto, sentimiento o idea) o a alguien.

¿Tenemos un leitmotiv en las regatas?

Posiblemente lo tengamos sin darnos cuenta: La finalidad de este leitmotiv seguramente es la motivación, la serenidad, la tranquilidad, recordar algo muy concreto.... Y el "motivo(elemento)" que se repite puede ser un gesto, una palabra, una frase, una canción, una prenda, algo cuyo uso o repetición nos induzca a ello o nos lo recuerde. Pero también podemos leer ese leitmotiv como algo mucho más concreto, como golpe a barlovento para hacer bien una virada, Arrancar 5 segundos antes para hacer una buena salida, etc. Algo concreto que repetimos y que sabemos nos lleva a algo que conocemos y nos lo recuerda.

El Leitmotiv es nuestro ELEMENTO CONDUCTOR. Descubre tu melodía!


viernes, 8 de febrero de 2019

Entreno


Este fin de semana,  me enredaron para un entreno con Flor Cerruti. Sábado y domingo sopló viento de tierra, suave, rolón y con diferencias de presión.
Sábado 2 suizos, Josele, Leandro, Toni, Oriol y yo. Domingo faltaron a la cita Oriol y Toni

Ahondamos sobre todo en Salidas con dos objetivos:
  - Mantener posición
  - Arrancar rápido.
Para ello nos aleccionó mostrándonos unos cuantas movimientos (no me preguntéis los nombres en ingles):
 - Marcha atrás, intentando mantener posición y barloventear.
 - Través cazar, soltar y orzar, buscando lo mismo.
 - Control de la contra, soltándola y cazándola
Respecto a mí. Dos cosas a mejorar:
1.- No posicionarme tan rápido en el borde de la línea que me impide tomar velocidad justo antes de la salida
2.- Jugar más con la contra en el sentido de soltarla totalmente para que el barco se paré y no avance, y cazarla rápido y fuerte cuando necesite orzar y también unos segundos antes de salir

La segunda parte fueron las popas. Poco que contar que no sepamos. De nuevo el punto de la contra vuelve a ser crucial en el sentido de que el barco se acelere cuando buscamos la arribada. No dejar la escota más suelta de 90º, sobre todo si mantenemos muy suelta la contra. Situarse bien adelante en el barco. Tocar la contra en las subidas y bajadas  de viento.

Finalmente probamos rumbo de ceñida, el viento no daba para mucho. Como siempre fundamental tener control del barco con el cuerpo. Pegarse al barco. Quizás la sorpresa es que todos navegábamos con el pajarín demasiado suelto: percepción que desde fuera del barco es distinta que desde dentro.

Me dí cuenta de varias cosas:
 - Que no ejecuto lo que sé.
 - Que desde fuera con la mirada del entrenador y lo que vemos en los vídeos, ves una forma de navegar diferente de la que crees tener desde dentro. Es quizás esta mirada exterior la que aporte más en estos entrenos. Verte te enseña!

Y lo más importante, pese a reaprender, te quedas con una sensación de estar más lejos del lugar a donde querías llegar.
Vamos que sientes que cada día estás más lejos del buen hacer, y que entrenar a nuestra edad implica alejarte lo más lentamente posible de la excelencia. Ésta es quizás es la mejor lección del entreno: Sustituir el espíritu de superación por el espíritu de "sustentación", sin perder la alegría.