viernes, 8 de junio de 2018

Obituario Pere Tusell



"I see skies of blue and clouds of white
The bright blessed day, the dark sacred night
And I think to myself what a wonderful world."

Todos sentados en silencio escuchábamos la voz de Louis Amstrong que con esa sencilla y plácida melodía expresa que lo cercano y más accesible es lo que hace a este mundo maravilloso.

Eran unos minutos de recogimiento, de pensar en el Pere, de recorrer alguna imagen del pasado con él, de pensar en quien y porque habían elegido esta canción de despedida. Su ataúd, con flores y su casco de bombero estaba allí, de protagonista en la gran iglesia de Taradell, cercana a Vic, que hoy se quedaba pequeña, muy pequeña.

Todos de pié al unísono, en el momento en que dos personas se acercaron a retirar su féretro. Conociendo al Pere, aun es capaz de hacernos alguna trastada. Pensé. Su cuerpo salía por una puerta lateral de la iglesia, pero él salía a cachitos en la cabeza de cada uno de nosotros por la puerta principal.

Saliendo de la Iglesia, tenía a mi lado a Jordi Pujol, muy avejentado, me costó reconocerlo, le saludé y le expresé mis condolencias, porque alguien me comentó que era el padrino del Pere.

Éramos de los últimos en salir y el exterior de la iglesia estaba repleto de gente. Busqué a Anna la mujer del Pere, y cuando tuve oportunidad le di un fuerte abrazo, ¿qué más puedes hacer, sino abrazarla con una mezcla de cariño y fuerza, para que una simple palabra: “ánimo” duré un poco más que lo que dura en el aire?

Poco después abracé a su hijo pequeño, unos 19, se acordaba de mi nombre:  - Fredi ¿no? Me dijo. Mientras yo recordaba como hacía 10 años Pere jugaba en la piscina de un hotel de Mallorca con mis hijos y los suyos, cautivándolos con todo tipo de barbaridades. Era el primer campeonato de España master de la clase Laser en el club del Arenal. Le dije que tenían un padre excepcional, y que cuidaran a su madre. ¿Acaso otra frase era posible?.

Volvimos a Barcelona. No estábamos todos los que les hubiera gustado poder venir del grupo de vela, pero éramos un buen puñado, más de veinte. Y estábamos allí no solo para acompañar a la familia, también y sobre todo para acompañar a Cesar, su amigo del alma y nuestro compañero en el wonderful world del BISC en el Forum. Pere y Cesar eran y son indivisibles.

Apenas un año antes del día de hoy. Uno de esos viernes que salimos a llenar con velas el mar del Forum, apareció el Pere, sin ánimo de navegar. Nos invitó a todos a tomar unas birras, mientras nos explicaba que para él, nosotros, el grupo de Laser master, éramos muy importantes. Que éramos como una segunda familia, y por eso quería contarnos que le habían detectado un Cáncer complicado con metástasis, y que iba a estar un tiempo sin navegar, pero que volvería porque se lo iba a poner muy difícil a la enfermedad.

El “cabrón” del Pere aún tuvo los collons de venir unas cuantas veces entre quimioterapias a navegar. Era una bestia!.  Nos dio esperanzas a todos de que volvería en plenas condiciones… desgraciadamente todo se complicó y los últimos meses fueron realmente duros. Y a todos nos queda la sensación de que podíamos haber hecho más.

Antes de que sonara la canción a wonderful world, y una vez acabado el acto litúrgico, Cesar tuvo la entereza de leer un pequeño discurso:
“Era un granuja sin maldad”, “nos hicimos amigos en la escuela porque éramos los dos alumnos que coleccionábamos más consonantes de la clase:  TDA, TDAH, TEL…” Cesar pintó, con palabras en nuestros corazones, su amistad con Pere. Y arrancó con ellas nuestras lágrimas.

Pere llenaba; nos deja un gran vacío y echaremos de menos su ratafía. 

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