jueves, 9 de febrero de 2012

Proverbios

Es curioso, todos solemos tener proverbios favoritos. Los evocamos en diferentes situaciones y muchas veces nos los recitamos a nosotros mismos en silencio.
Muchas veces incluso los usamos porque nos permiten en cierta manera controlar una situación.
Los proverbios suelen ser frases hechas por el devenir del tiempo, aunque suelen estar asignadas a personajes determinados, la mayoría de las veces nace de la sabiduría de la comunidad, que siempre es mayor que la suma de las individualidades por separado.
Los proverbios suelen recoger situaciones que si bien no son verdad la experiencia nos hace sentir que suele acercarse a ella.
He navegado con mucha gente y la mayoría de los compañeros con los que he navegado tenían en el bolsillo siempre alguno preparado. Cholo Armada, tenía muchos para el tiempo meteorológico como:  "cielo empedrado, suelo mojado", pero recuerdo con cariño que en las regatas donde la mala suerte o algún error nos arrastraba hacia la cola, sacaba siempre: "la procesión no acaba hasta que pasa el ultimo cura". Josele Doreste tenía uno que le encantaba: "Salida de caballo rampante, llegada de burro manchego". Al final estos dos refranes se parecían en una cosa, hacían referencia a la constancia. Y es que los refranes suelen retratarnos.
A Fernando León le encantaban los refranes para los tiempos muertos entre regatas, durante el pipi de pié en el espejo de popa, soltaba: Picha española no mea sola. Y después tras el bocata: español valiente después de comer frío siente.
Seguro que asociamos a muchos amigos con sus proverbios favoritos. Yo tengo uno favorito que lo uso muy a menudo, tanto con mis hijos, como conmigo mismo: "vísteme despacio, que tengo prisa", y no es porque tenga ideales grandilocuentes como Napoleón, al que se le atribuye este proverbio, sino porque me ayuda a controlar la percepción de una variable que es importantísima, tanto en la vida como en las regatas: el tiempo. ¿Cual es tu proverbio?




2 comentarios:

  1. Pues a mí me gusta el de que "no por mucho madrugar, amanece más temprano", ayuda a gestionar la ansiedad y no precipitarse. Es útil para los que somos ansiosos, aunque a veces, te relajas tanto que te duermes y te despiertas al mediodía!! Jaja

    Entonces vienen los "a quién madruga, Dios le ayuda". Hay refranes para todo!

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  2. a mi especialmente me gusta el siguiente " como fuera de casa en ninguna parte" será que soy un poco golfo, bueno mi padre decía que era un crápula

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